Por fin he podido ver la reciente cuarta entrega de las aventuras de Indiana Jones en el cine, y he de reconocer que no me ha dado tanto asco como pensaba que me iba a dar, pero creo que no llega a la altura de la trilogía original (sobre todo de la primera y la tercera). Sigue teniendo cosas buenas, como las escenas de acción 100% pulp marca de la casa, el sentido del humor y los diálogos ácidos y con mala leche, y la cantidad de referencias por un tubo (algunas sutiles otras evidentes) a películas anteriores, a la serie de TV e incluso a videojuegos. Pero también tiene bastante detalles que no deberían estar ahí (Lucas, cabrón) entre ellos las fantasmadas y flipadas puntuales que no vienen a cuento para nada; la escasez de trampas, retos y mecanismos cabrones en general en las ruinas y tumbas; los momentos en los que el ordenador canta la Traviata cuando los efectos visuales dejan de servir a la historia para hacerse los protagonistas; una perdida de ritmo bastante acusada al final de la peli; que no se haya rodado hace diez años cuando tocaba y, personalmente, que la trama a lo cuarto milenio me haga menos gracia que las tramas religiosas anteriores. Pero bueno, no voy a hablar de como ha sido la cuarta película de Indiana Jones, sino de como debería haber sido:
Exacto, porque "Indiana Jones and the Fate of Atlantis" obra magna de, la en otro tiempo molona, LucasArts tenía todo lo necesario de haberse rodado para ser la mejor entrega de la saga de calle, a saber: se publicó en 1992, solo tres años después de "La última cruzada", en pleno apogeo de Harrison Ford; tiene un guión sencillamente increíble, que está repleto de escenas de acción, templos con trampas, enigmas y misterios; es absolutamente épica de principio a fin; la subtrama romántica es genial; y, por supuesto, los malos siguen siendo los nazis. Pero bueno, centrémonos el el videojuego que fue y no en la película que pudo haber sido.
La trama comienza (en una magnífica intro jugable) con el Dr Jones buscando una estatuilla en el Barnett College a petición de un misterioso desconocido, este desconocido resulta ser un agente doble Nazi y la estatuilla un vestigio de la desaparecida Atlántida; la poderosa tecnología atlante esconde secretos que de caer en poder de los Nazis les permitiría gobernar el mundo y en manos del nuestro intrépido arqueólogo está el impedirselo. En la carrera para llegar a la Atlántida antes que los nazis Indiana contará con la ayuda de una antigua compañera, Sophia Hapgood, anteriormente arqueóloga y actualmente una médium capaz de ponerse en contacto con el espíritu de un rey atlante. Este es el guión del juego a grandes rasgos, luego ya quedan los pequeños detalles: las conversaciones magistrales contando con el sarcasmo y mala leche de Indy y Sophia (las discusiones en las que se enfrentan ciencia y parapsicología son brillantes), la subtrama romántica entre los protagonistas que se desarrolla de forma muy divertida y amena; la existencia de un objetivo tan épico y adecuado al personaje como la Atlantida; la cantidad de localizaciones, con grandes ciudades, pequeños templos, paises exóticos y ruinas megalíticas. Todo estos detalles se unen para dar forma a una historia espectacular, que es capaz de ir más allá en el relato de aventuras que las propias películas del personaje.
El juego sigue la tradición de las aventuras clásicas de la compañía, y con el ya legendario interface SCUMM hemos de explorar diversos escenarios y resolver los puzles que nos encontremos. Destaca el hecho de que consigue potenciar hasta el extremo lo que siempre ha caracterizado a las grandes aventuras gráficas, la sensación de encontrarnos en un mundo vivo y abierto, con personajes y situaciones que no dependen de nosotros sino que simplemente están ahí; la diferencia es que en otras aventuras (más mediocres) hay que hacer A para poder hacer B para poder hacer C; en las aventuras realmente buenas (casi todas las de Lucas y alguna más, todas prácticamente de la primera mitad de los 90) tenemos a nuestra disposición varias localidades, con A, B, C y D sueltos por ahí, y se puede ir avanzando en varios frentes para conseguir nuestros objetivos. "Fate of Atlantis" sobresale en este punto por la variedad de alternativas que tenemos en varias ocasiones para resolver los desafios, por las muy diferentes situaciones que el juego nos propone, por la cantidad de enigmas con componentes aleatorios que cambian cada partida, por los diferentes finales que posee, y, sobre todo, porque se nos da la posibilidad de jugar toda la parte central de tres maneras posibles (cambiando puzles y escenarios), lo que hace que prácticamente tengamos tres aventuras en una, con filosofias de juego bastante diferentes entre si.
En los aspectos técnicos nos encontramos con unos bellos escenarios en 2D, bastante llenos de vida y de animación, combinados con pequeños pero detallados sprites para los protagonistas, algo limitados en cuanto a la variedad de animaciones pero muy expresivos tanto a la hora de moverse como en las conversaciones. Esta típica perspectiva lateral cambia en bastantes ocasiones a vistas mucho más detalladas y curradas para enfrentarnos a diferentes puzles y pruebas; pasamos así a visiones esquematicas de los enigmas, a planos y mapas en los que hemos de orientarnos o a salas de mando de vehículos que hemos de conducir. Musicalmente volvemos a contar con el brutal IMUSE, que permite que las pistas de audio aparezcan de manera fluida, fundiendose con las anteriores sin cambios bruscos y creando una banda sonora completa y compleja que refleja siempre lo que estamos haciendo en pantalla. A pesar de ser un juego relativamente antiguo, la magia de los cuidados diseños en dos dimensiones siguen haciéndolo perfectamente disfrutable hoy en día sin que nos eche demasiado para atras (a diferencia de los juegos en 3D que envejecen mucho más rápido y mucho peor).
En definitiva, "Indiana Jones and the Fate of Atlantis" es una auténtica obra maestra, con un diseño gráfico espectacular y un diseño jugable aún mejor, (lleno de situaciones muy variadas y muy bien realizadas) que se ven arropados por un gran guión y por unos personajes llenos de carisma. Si, el "Monkey Island" es más divertido, personalmente el "Loom" me gusta más, pero tratando de ser objetivo, por todo lo que incorpora en su estructura, esta es la mejor aventura de Lucas en su época dorada (87-95) y está ahí ahí con "Grim Fandango" (canto de cisne de la compañía en el terreno aventurero ya que para mí "Escape from Monkey Island" no existe) para ser la mejor aventura gráfica jamas hecha, y creo que todo el mundo debería de jugarla. Además, considerando la cantidad de plataformas que pueden ejecutar el ScummVM (yo recomiendo la DS por su portabilidad y facilidad de manejo con la táctil), no se me ocurre excusa para no hacerlo.
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