sábado, noviembre 21, 2009

Enjuague Bucal te enseña a comprar... bien

En estos tiempos de crisis y locura en los que vivimos en los que en cualquier momento un desconocido te puede asesinar por la calle para quitarte los zapatos y los órganos transplantables (no necesariamente en este orden) es cuando más cuidado hay que poner en que gastamos el dinero. Por eso desde aquí, vuestro blog amigo, os queremos dar un consejo sobre en que podéis invertir 11 € en caso de que os sobren. A modo de juego, a continuación os dejamos dos imágenes de dos cosas que valen 11 euros, en primer lugar tenemos una entrada para el museo Guggenheim de Bilbao, y en segundo una selección de cervezas variadas de la marca del mercadona, el objetivo es que contemplándolas atentamente determinéis en que merece más la pena invertir vuestro dinero:





¿Lo tenéis ya?, fácil ¿verdad?, obviamente la respuesta correcta es La cerveza del mercadona. Bien, pues esto que parece tan sencillo a veces se nos olvida, y acabamos cometiendo gilipolleces (como yo mismo el sábado pasado) y preferimos comprar una entrada al Guggenheim antes que unas honestas cervezas. Sin que sirva de excusa (recordemos que no es la primera vez que me engañan como a un ciudadano de la república popular de China), esta vez me había molestado más o menos en informarme de lo que había en el museo, y si bien la exposición principal de la temporada (una visión de la obra del arquitecto Frank Lloyd Wright) tenía tan buena pinta como aparentaba; absolutamente nada me había preparado para las siete "obras" de "videoarte" que habían copado completamente la planta baja del museo. Joder que cúmulo de despropósitos señores, una exposición ante la que cualquier ser racional habría exigido que se encerrase en la planta baja a todos los responsables de la misma (artistas, asesores culturales, directores de museo, etc) se les pegase fuego a las salas y, posteriormente, se aguardase a las puertas del museo para ver si salía alguien vivo para proceder a ahorcarlo de las horrorosas farolas que festonean el, por otra parte, precioso paseo.

Pero en fin, no quiero reflexionar más sobre el tema, os dejo el link a la exposición para que podáis formaros vuestra propia opinión al respecto, menos mal que el verdadero motivo de mi visita a Bilbao fue otro, del que espero hablar en breve, y que afortunadamente en este caso si se trata de unos auténticos artistas.