domingo, diciembre 09, 2007

7 days to the wolves



No es que sea muy dado a hacer comentarios sobre politicas y decisiones judiciales en torno a Internet, básicamente porque creo que no cambia nada y que nada va a cambiar porque la capacidad de actuación o de acción de los ciudadanos de bien está extremadamente limitada (por contra, la capacidad de acción de diversas asociaciones de gilipollas es demasiado alta), y más cuando se trata de un tema en los que nuestra bendita clase política son una cuadrilla de analfabetos, como es el mundo de las comunicaciones y las nuevas tecnologías y que como en cualquier cosa (pero aquí más porque das menos el cante entre la gente convencional) están realmente manipulados por las influencias de empreseas y grupos con poder interesados, e influenciados por unos asesores o bien a sueldo de esos lobbies, o bien directamente tontos del haba congénitos. Vamos, que no es como si me imaginase un futuro cyberpunk a lo syndicate, ghost in the shell o neuromante, pero que hay días que casi.

Pero bueno, todo esto viene a cuento de que llevamos una temporadita últimamente en la que están saliendo una serie de noticias que me hacen echar de menos el cyberespacio de hace cinco años, cuando esta era una casa de putas en la que solo habitábamos los geeks y donde la gente normal se mantenía alejada, y podías escribir y hacer casi lo que te saliera del buyate, porque a nadie le importaba una mierda. Pero últimamente parece que la cosa se va extendiendo, y ahora, a pesar de que la gente en masa sigue siendo bastante imbécil y sigue habiendo un desconocimiento brutal del tema, cada vez más individuos se empiezan a buscar las castañas por su cuenta en diversos aspectos. Esto ha hecho que agrupaciones varias, políticos imbéciles, periodistas hijos de puta, empresas de sinvergüenzas y gobiernos en general (igual todos los links no coinciden exactamente con la descripción, pero todos van relacionados), algunos más aquí.

Aunque algunas cosas de estas podrían se defendibles con matices, o no, porque desde luego en ninguna constitución europea encontraras el derecho a música y cine gratis, lo de la censura el blogs y la capacidad de cerrar webs por "autoridades competentes" se pasan por el forro directamente la libertad de expresión, además coincide que los primeros en protestar son los periodistas y el sector turístico, dos grupos que progresan en base al control de la información, porque ahora con el acceso a Internet, ni los primeros van a tener tan fácil contarnos milongas de espanto (ehem 20minutos, ehem) porque siempre habrá cien fuentes diferentes más, ni los segundos van a seguir haciendo el agosto con servicios de mierda cobrados a precio de oro, ahora que algunos empiezan a espabilar y a organizarse las vacaciones por su cuenta. ¿Qué generara mucha información falsa? por supuesto, pero aquí ya entrará en consideración la capacidad critica del lector; lo contrario, controlar los contenidos, es el deseo de muchos de no tener lectores críticos, solo borregos que confíen ciegamente en lo que se les dice, y conseguir transformar un canal de comunicación bidireccional e interactivo como puede ser Internet en otra televisión que no para de emitir mierda.

Todo esto, título incluido, viene a cuento de que realmente pienso que si nos quieren joder la vida lo harán, ya que fiar la suerte de Internet al conocimiento del medio de los políticos, a su voluntad de defensa del ciudadano frente a las grandes empresas, a su respeto por las libertades individuales o a la capacidad de los usuarios (yo incluido) de agruparnos para defendernos es una apuesta bastante arriesgada. Y que si, que dicen mucho, y luego al final aprueban la mitad o solo para casos excepcionales, pero que por eso mismo igual empiezan cerrando webs con contenidos polémicos: pornografía, descalificaciones a grupos con poder (caso putasgae.com y otros), y al final acabamos todos jodidos, que mucho rajar de china y los americanos, pero tal y como se esta poniendo el panorama en la Unión Europea, al final África no va a empezar en los Pirineos, sino que igual llega hasta los Urales si te descuidas. Así que poniéndome en plan pesimista (algo habitual en mí), solo puedo recomendar carpe diem y maricón el último, y a tirar todo lo que se pueda y luego que nos quiten lo bailao, por si acaso en siete días vienen los lobos.

Howl! Seven days to the wolves
Where will we be when they come?
Seven days to the poison
And a place in heaven
Time drawing near us
They come to take us

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