Bueno, ya estoy de vuelta de mis días de congreso en Berlín, al final ha estado bien la defensa del poster, y he acabado hablando con bastante peña variada, aunque al principio de la sesión empecé bastante flojuno. También me he tragado bastantes conferencias, pero la sensación general que me deja mi primer congreso importante es bastante sosa, vale, se han contado cosas interesantes y alguna que igual hasta podríamos aprovechar, pero al final falta un poco más de interacción, o algún evento preparado por la organización para que los diferentes grupos y personas se comuniquen más entre si. En fin, veremos en Bruselas el año que viene, si aparecemos por ahí, como va el percal.
Bueno, ahora dejemos de hablar de trabajo y pasemos a las cosas importantes. De turisteo un solo día, pero intenso de cojones, patearnos todo el centro de Berlín dando vueltas a saco, y haciendo fotos a todo, nos faltaron unos cuantos sitios interesantes, pero para la próxima vez. La ciudad, aunque suene a tópico, tiene cojones lo bien organizada que está, tanto por la propia construcción de la ciudad, con un carro de medios de transporte que forman una red brutal, como por la actitud de la propia gente: respetuosa, educada, en una palabra cívicos. Claro, luego aterrizas en Barajas y te cagas en la puta madre que nos parió a todos, y es que no hay como viajar para apreciar lo que tienes en casa.
Por lo demás, muy bonito y monumental todo. Aunque se nota una diferencia bastante toxica entre la parte occidental y la antigua parte soviética. Básicamente en la parte este aparecen las famosas casas completamente cuadriculadas, y por la calle se ven como coches habituales corsas y skodas; sin embargo en la parte capitalista tienen edificios modernuquis a piñón, un montón de centros comerciales y cosas así, y (al menos en el barrio de nuestro hotel, que era la parte más pija de la ciudad) como coches, el más normal es un BMW, y de ahí para arriba (porches, mercedes, Ferraris, Jaguars de aquí a esa farola de largos, etc). Destacar la calle de los museos, teatros y demás, que no tiene ni un puto bar ¡¿Pero donde cojones van los conserjes y demás funcionarios a echar el café de media mañana?!, en fin, una cultura diferente y extraña.
Para salir por ahí, la verdad es que esta mucho mejor de lo que había pensado, y siempre tienes locales y sitios que abren hasta las mil, y otros incluso nunca cierran. Me han hecho especial ilusión un par de sitios. Primero, un bar irlandés que se llama Kilkenny, y que además de toda la Guinness del mundo y whiskey irlandés a manta, tenia actuaciones en directo de grupos de folk, la verdad es que fuimos tarde y solo los escuchamos acabar los dos días que fuimos, pero pude escuchar algunas de mis canciones favoritas del género, como "The Wild Rover" o "Lord of the Dance". El otro sitio chulo es una especie de club de billar que teníamos a 50 metros del hotel, donde había mesas de Snooker de 12 pies, ni que decir que echamos una partida como está mandado, la cual perdí 97-135, lo que teniendo en cuenta que en la mesa solo hay 147 puntos, nos da una idea de la cantidad de faltas cometidas. También estuvieron bastante bien el "Hard Rock Cafe" y sus hamburguesas y cócteles. El after carísimo y con mucha clase lleno hasta la bandera de Teutonas tetonas. Y en general cualquier sitio donde la cantidad mínima de cerveza fuera medio litro.
Para comer guay también, con abusivas cantidades de carne en todas sus encarnaciones posibles filetes empanados y rellenos, chuletones, salchichas y todo lo que se pueda imaginar. Además había representantes de comida basura de todas partes del mundo a precios ciertamente populares: Kebabs, Tallarines chinos, etc. A destacar la guerra abierta entre Starbucks y Dunkin' Donuts por la conquista de Berlín, completamente saturado de ambos locales, además siempre que veas uno, el otro estará a menos de cien metros.
Y eso es todo, no tengo mucho que contar porque casi no hice turisteo, eso si, me compré una camiseta del Hard Rock Cafe y un par de cds de "In Extremo" (ver anterior entrada) bastante jodidos de conseguir en España. Os dejo con el folk irlandés que escuche en el Killkenny.
Bueno, ahora dejemos de hablar de trabajo y pasemos a las cosas importantes. De turisteo un solo día, pero intenso de cojones, patearnos todo el centro de Berlín dando vueltas a saco, y haciendo fotos a todo, nos faltaron unos cuantos sitios interesantes, pero para la próxima vez. La ciudad, aunque suene a tópico, tiene cojones lo bien organizada que está, tanto por la propia construcción de la ciudad, con un carro de medios de transporte que forman una red brutal, como por la actitud de la propia gente: respetuosa, educada, en una palabra cívicos. Claro, luego aterrizas en Barajas y te cagas en la puta madre que nos parió a todos, y es que no hay como viajar para apreciar lo que tienes en casa.
Por lo demás, muy bonito y monumental todo. Aunque se nota una diferencia bastante toxica entre la parte occidental y la antigua parte soviética. Básicamente en la parte este aparecen las famosas casas completamente cuadriculadas, y por la calle se ven como coches habituales corsas y skodas; sin embargo en la parte capitalista tienen edificios modernuquis a piñón, un montón de centros comerciales y cosas así, y (al menos en el barrio de nuestro hotel, que era la parte más pija de la ciudad) como coches, el más normal es un BMW, y de ahí para arriba (porches, mercedes, Ferraris, Jaguars de aquí a esa farola de largos, etc). Destacar la calle de los museos, teatros y demás, que no tiene ni un puto bar ¡¿Pero donde cojones van los conserjes y demás funcionarios a echar el café de media mañana?!, en fin, una cultura diferente y extraña.
Para salir por ahí, la verdad es que esta mucho mejor de lo que había pensado, y siempre tienes locales y sitios que abren hasta las mil, y otros incluso nunca cierran. Me han hecho especial ilusión un par de sitios. Primero, un bar irlandés que se llama Kilkenny, y que además de toda la Guinness del mundo y whiskey irlandés a manta, tenia actuaciones en directo de grupos de folk, la verdad es que fuimos tarde y solo los escuchamos acabar los dos días que fuimos, pero pude escuchar algunas de mis canciones favoritas del género, como "The Wild Rover" o "Lord of the Dance". El otro sitio chulo es una especie de club de billar que teníamos a 50 metros del hotel, donde había mesas de Snooker de 12 pies, ni que decir que echamos una partida como está mandado, la cual perdí 97-135, lo que teniendo en cuenta que en la mesa solo hay 147 puntos, nos da una idea de la cantidad de faltas cometidas. También estuvieron bastante bien el "Hard Rock Cafe" y sus hamburguesas y cócteles. El after carísimo y con mucha clase lleno hasta la bandera de Teutonas tetonas. Y en general cualquier sitio donde la cantidad mínima de cerveza fuera medio litro.
Para comer guay también, con abusivas cantidades de carne en todas sus encarnaciones posibles filetes empanados y rellenos, chuletones, salchichas y todo lo que se pueda imaginar. Además había representantes de comida basura de todas partes del mundo a precios ciertamente populares: Kebabs, Tallarines chinos, etc. A destacar la guerra abierta entre Starbucks y Dunkin' Donuts por la conquista de Berlín, completamente saturado de ambos locales, además siempre que veas uno, el otro estará a menos de cien metros.
Y eso es todo, no tengo mucho que contar porque casi no hice turisteo, eso si, me compré una camiseta del Hard Rock Cafe y un par de cds de "In Extremo" (ver anterior entrada) bastante jodidos de conseguir en España. Os dejo con el folk irlandés que escuche en el Killkenny.
Menos traje y menos ostias. ¿Dónde están las berlinesas? En tiempos mejores, esta entrada estaría llena de tetas. PD: Copooooonnnn
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