martes, junio 16, 2009

ARIA: Belleza y fantasía en lo cotidiano



Uno de las variantes de la ficción que me suele gustar es aquella en la que nunca pasa nada. Donde no hay grandes tramas guiando lo que vemos o leemos, ni personajes legendarios luchando por su superación, si no tan solo retazos de vida cotidiana (Costumbrismo, Slice of Life, como queráis llamarlo) en algún marco concreto. Lógicamente, y quitando su valor documental, para una obra de ficción la vida cotidiana es un coñazo inmenso, así que siempre se trata de aderezar saliendose de la norma, ya sea cambiando el periodo histórico, ya sea metiendo fantasia o ciencia ficción por medio, ya sea empleando personajes de características poco convencionales. En casi toda la ficción occidental esto se suele utilizar combinado con historías con tramás más concretas, por contra, los creadores orientales si que suelen apostar bastante a menudo por este tipo de relatos. De hecho en el manganime se han puesto bastante de moda últimamente estos relatos costumbristas, lo cual implica la producción de bastantes subproductos francamente venenosos, pero también la aparición de pequeñas joyitas como la que hoy me ocupa: el manga Aria.



La historia tiene lugar (y tiempo) en el siglo XXIV en un planeta llamado Aqua, que no es otro que Marte tras sufrir un proceso de terraformación en el que se les fue la mano ya que ha pasado a estar cubierto en un 90% de su superficie por agua. Una de las ciudades del planeta ha sido construida a semejanza de la desaparecida Venecia terrestre, con sus canales y edificios más típicos (a excepción de el agua llena de mierda, que casaba mal con el estilo del manga). En esta ciudad llamada Neo Venecia (original, eh) una de las cosas que nos encontramos que no está presente en la original terrestre son las Undinas (palabra que designa a los espíritus elementales del agua), un exclusivo grupo de gondoleras femeninas que actúan como guías turísticas y que son uno de los símbolos de la ciudad (y en parte del planeta). Y aquí entra nuestra protagonista, Akari, una chica originaria de la Tierra que ha viajado a Aqua con el deseo de convertirse en una Undine, y que a lo largo de su entrenamiento será nuestros ojos para adentrarnos en el mundo de Aqua.



Junto con Akari conoceremos diversos personajes de diferentes temperamentos, pero todos encantadores y más buenos que el pan, además de que ninguno presenta ninguna caracteristíca que le haga destacar por encima del resto, resultando en conjunto bastante humanos (algunos pese a su aspecto). También descubriremos unas cuantas cosas de Neo Venecia y del planeta. Entre estas vivencias se encuentras antiguas costumbres medievales italianas, hechos cotidianos del día a día del siglo XXI europeo adaptados al nuevo planeta, la evolución tecnológica enmarcada en la utopía ecológica que supone el planeta Aqua, y rematandolo todo unas pequeñas pinceladas de mágia. Todos estos son los recursos que se integran en el realismo mágico de Aria, y donde a pesar de su dispar origen y su alejamiento de la realidad, se combinan para conformar un mundo perfectamente coherente y completamente verosimil.



Gran parte de la coherencia se la concede a Aria un diseño soberbio, con abundante presencia del agua (lógicamente) y de demás elementos naturales, combinados con arquitectura tradicional meditarranea con algunos retazós nipones. El envoltorio futurista precisamente trata de alejarse de las tendencias de la era espacial, entrando más en una visión artesanal de los avances técnicos, se podría decir que dandole al conjunto un aspecto levemente Steampunk. De hecho los momentos en los que aparecen técnologías reconocibles como la evolución actual son siempre en forma de ruinas, como testimonio del fracaso y del cataclismo ecológico que estás trajeron a la humanidad en algún punto entre el siglo XXI y el XXIV. Todo esto presentado con un estílo gráfico preciosista y detallado, muchás veces recreandose en el paisaje con espectaculares ilustraciones a toda página; por contra, el diseño de personajes es más estilizado con abundante uso de modelados extremadamente simplificados de los mismos para los momentos cómicos .



En definitiva, un manga, que más que recordarlo por tener una historía que engancha, por personajes muy carismáticos, o por lo que me ha hecho reir/llorar; lo recuerdo por lo que me relaja leerlo, y una especie de buenrollismo melancólico que me invade al releer sus historias. Francamente recomendable si se busca algo para desconectar un rato del mundo. También existe una adaptación al anime que no le llega a la suela de los zapatos al manga, entre otras cosas porque el diseño es mucho más basto y sin alma, a la vez que se ha introducido una cantidad de azucar y monería en las historias y personajes que dan ganas de echar la pota. Así que sin dudarlo me quedo con la mágia del manga.


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