Bueno, tras la decepción del otro día, y con uno de los festivales más largos y con mejor cartel de Europa (esto es así) finalizados, ya podemos analizar con la cabeza algo más fría todo lo ha supuesto esta edición del Metalway en Zaragoza. En una primera sección voy a centrarme en todo lo relacionado con la organización.
A grandes rasgos, el hecho de que la promotora Rock'n'rock (la muy denostada rana de los foros de internet) se haya encargado de toda la organización (otros años se encargaba de la organización Gamerco, mientras que Rock'n'rock solo contrataba bandas) ha tenido un impacto muy positivo, y que en general se ha mejorado mucho, tanto con respecto al año pasado (la única forma de hacerlo peor hubiera sido pegarle fuego al recinto con la gente dentro) como con los festivales de hace dos y tres años. Pero esta mejora no está exenta de algunos puntos negros, algunos de ellos de fácil solución, y otros no tanto, pero en fin, vamos por partes.
LO BUENO
-Localización: Si, sigue estando a tomar por culo, y Valdepartera ahora mismo es una ciudad fantasma a la espera de ser poblada (lo cual va a llevar años), pero a diferencia de anteriores ediciones esta vez el festival tiene lugar dentro de la ciudad, con lineas de autobuses regulares desde el centro, incluyendo la linea C3 con servicio ampliado a 24 horas y recorrido hasta la misma puerta del festival, un bus cada 10 minutos que en menos de 15 nos plantaba en el centro de Zaragoza, todo un lujazo comparado con los esperpentos que vivimos en la feria de muestras hace dos años. Por lo demás, aunque el barrio esté vacío, algún que otro bar disperso, sucursal bancaria y supermecado podían ser alcanzados sin muchos problemas a pata. Todos hubiéramos preferido que se celebrase en el recinto de la expo o en un sitio 100% céntrico, pero siendo realistas el emplazamiento ha mejorado notablemente.
-Barras: Muchas, cubiertas y con sombra, con bastantes camareros, lo que implicaba tiempos de espera casi nulos y un servicio rápido y eficiente. A destacar la carpa con la discoteca de Rafa Basa (y más gente) un garito metalero dentro del festival siempre hasta los topes y con muy buen ambiente.
-Estructuras: Con la de viento que pego el primer fin de semana, y con los antecedentes de otros años, muchos nos temíamos lo peor, pero todas las construcciones aguantaron como campeonas y ni la más pequeña carpa (firmas o merchandising) ni la estructura más compleja del escenario sufrieron ningún tipo de daño o percance.
-Taquillas y entrada: Incluso en los momentos de mayor afluencia, las colas para entrar y cambiar la pulsera eran mínimas, debido a la cantidad de taquillas y a la disponibilidad a casi todas horas de las mismas, que evitaron que se formasen cuellos de botella en los momentos de mayor afluencia.
-Baños: Abundantes y razonablemente limpios, en todos los días que estuve en el festival nunca tuve que hacer cola, incluso en el segundo fin de semana cuando más gente había acudido al recinto no hubo tampoco ningún problema.
-Puestos de Comida: Variados y de precios relativamente normales, teníamos incluso un restaurante oficial de la organización que nos permitía comer un menú con primer y segundo plato no demasiado caro y acomodados en mesas, con la mayor normalidad posible. Para cosas más básicas: típica selección de bocatas, kebabs, pizzas, patatas y demás comida de festival.
-Fuentes: Esto más que acierto de la organización, es casualidad, ya que el recinto contaba con fuentes de agua potable, que aunque escasas, permitían refrescarse a los asistentes de forma gratuita, aunque a determinadas horas la cola era relativamente larga.
LO MALO
-Imposibilidad de sentarse: Resulta incomprensible que con la cantidad de espacio desaprovechado (otra particularidad que sin ser defecto si que se podría haber hecho algo) no se hubiera puesto una zona donde la gente pudiera descansar a la sombra (salvo el restaurante de la organización), no hubiera costado mucho añadir alguna otra carpa (o usar las existente) y llenarla de mesas y sillas de plástico (o madera) para que la gente pudiera descansar. Puesto que no había la gente se sentaba en el suelo o en las gradas (que esa es otra).
-Gradas: De utilidad nula, situadas francamente lejos del escenario, el público asistente si que las utilizaba como lugar de descanso, pero su utilidad original no quedaba cubierta en absoluto. En este sentido, también señalar que la plataforma para minusválidos, a pesar de estar a la sombra, también se encontraba muy lejos del escenario.
-Exceso de Suciedad: Según avanzaba el festival los vasos y envases se empezaban a acumular por el suelo del recinto sin control. Los motivos, la ausencia de contenedores y papeleras cercanos a las barras y puestos de comida (fallo que también está presente en Wacken y que se podría solucionar de forma muy sencilla) así como un servicio de limpieza no lo suficientemente eficiente.
-Precios de la bebida: Un puto atraco a mano armada, nada más que decir a este respecto. Adjunto foto del bar con los mejores precios del festival.
-Respuesta de la organización ante imprevistos: Todo el paripé que rodeó la cancelación de Heaven & Hell, que no saliera nadie de la organización a dar explicaciones (tuvo que salir Rafa Basa, periodista oficial del festival, pero no relacionado con los responsables del mismo), y en general toda la desinformación que rodeó y aún rodea a este vergonzoso hecho. A pesar de que puede que la organización no fuera responsable ni del hipotético dolor de espalda de Iommi ni de su también supuesta negativa a actuar (aunque el resto de grupos actuaron sin problemas a pesar de la climatología), su forma de llevar el asunto y marear la perdiz con el público me parece lamentable.
En conclusión, un buen festival, con algunos puntos que deberían mejorar. Espero que tras la escasa afluencia el primer fin de semana, los números del segundo día les cuadren más las cuentas, y se decidan a continuar con el festival en Zaragoza (esto dicho por motivos meramente egoistas), que aún tiene espacio para mejorar, sobre todo en algunos puntos de muy fácil solución. Confiamos en estar ahí dándolo todo el año que viene.
A grandes rasgos, el hecho de que la promotora Rock'n'rock (la muy denostada rana de los foros de internet) se haya encargado de toda la organización (otros años se encargaba de la organización Gamerco, mientras que Rock'n'rock solo contrataba bandas) ha tenido un impacto muy positivo, y que en general se ha mejorado mucho, tanto con respecto al año pasado (la única forma de hacerlo peor hubiera sido pegarle fuego al recinto con la gente dentro) como con los festivales de hace dos y tres años. Pero esta mejora no está exenta de algunos puntos negros, algunos de ellos de fácil solución, y otros no tanto, pero en fin, vamos por partes.
LO BUENO
-Localización: Si, sigue estando a tomar por culo, y Valdepartera ahora mismo es una ciudad fantasma a la espera de ser poblada (lo cual va a llevar años), pero a diferencia de anteriores ediciones esta vez el festival tiene lugar dentro de la ciudad, con lineas de autobuses regulares desde el centro, incluyendo la linea C3 con servicio ampliado a 24 horas y recorrido hasta la misma puerta del festival, un bus cada 10 minutos que en menos de 15 nos plantaba en el centro de Zaragoza, todo un lujazo comparado con los esperpentos que vivimos en la feria de muestras hace dos años. Por lo demás, aunque el barrio esté vacío, algún que otro bar disperso, sucursal bancaria y supermecado podían ser alcanzados sin muchos problemas a pata. Todos hubiéramos preferido que se celebrase en el recinto de la expo o en un sitio 100% céntrico, pero siendo realistas el emplazamiento ha mejorado notablemente.
-Barras: Muchas, cubiertas y con sombra, con bastantes camareros, lo que implicaba tiempos de espera casi nulos y un servicio rápido y eficiente. A destacar la carpa con la discoteca de Rafa Basa (y más gente) un garito metalero dentro del festival siempre hasta los topes y con muy buen ambiente.
-Estructuras: Con la de viento que pego el primer fin de semana, y con los antecedentes de otros años, muchos nos temíamos lo peor, pero todas las construcciones aguantaron como campeonas y ni la más pequeña carpa (firmas o merchandising) ni la estructura más compleja del escenario sufrieron ningún tipo de daño o percance.
-Taquillas y entrada: Incluso en los momentos de mayor afluencia, las colas para entrar y cambiar la pulsera eran mínimas, debido a la cantidad de taquillas y a la disponibilidad a casi todas horas de las mismas, que evitaron que se formasen cuellos de botella en los momentos de mayor afluencia.
-Baños: Abundantes y razonablemente limpios, en todos los días que estuve en el festival nunca tuve que hacer cola, incluso en el segundo fin de semana cuando más gente había acudido al recinto no hubo tampoco ningún problema.
-Puestos de Comida: Variados y de precios relativamente normales, teníamos incluso un restaurante oficial de la organización que nos permitía comer un menú con primer y segundo plato no demasiado caro y acomodados en mesas, con la mayor normalidad posible. Para cosas más básicas: típica selección de bocatas, kebabs, pizzas, patatas y demás comida de festival.
-Fuentes: Esto más que acierto de la organización, es casualidad, ya que el recinto contaba con fuentes de agua potable, que aunque escasas, permitían refrescarse a los asistentes de forma gratuita, aunque a determinadas horas la cola era relativamente larga.
LO MALO
-Imposibilidad de sentarse: Resulta incomprensible que con la cantidad de espacio desaprovechado (otra particularidad que sin ser defecto si que se podría haber hecho algo) no se hubiera puesto una zona donde la gente pudiera descansar a la sombra (salvo el restaurante de la organización), no hubiera costado mucho añadir alguna otra carpa (o usar las existente) y llenarla de mesas y sillas de plástico (o madera) para que la gente pudiera descansar. Puesto que no había la gente se sentaba en el suelo o en las gradas (que esa es otra).
-Gradas: De utilidad nula, situadas francamente lejos del escenario, el público asistente si que las utilizaba como lugar de descanso, pero su utilidad original no quedaba cubierta en absoluto. En este sentido, también señalar que la plataforma para minusválidos, a pesar de estar a la sombra, también se encontraba muy lejos del escenario.
-Exceso de Suciedad: Según avanzaba el festival los vasos y envases se empezaban a acumular por el suelo del recinto sin control. Los motivos, la ausencia de contenedores y papeleras cercanos a las barras y puestos de comida (fallo que también está presente en Wacken y que se podría solucionar de forma muy sencilla) así como un servicio de limpieza no lo suficientemente eficiente.
-Precios de la bebida: Un puto atraco a mano armada, nada más que decir a este respecto. Adjunto foto del bar con los mejores precios del festival.
-Respuesta de la organización ante imprevistos: Todo el paripé que rodeó la cancelación de Heaven & Hell, que no saliera nadie de la organización a dar explicaciones (tuvo que salir Rafa Basa, periodista oficial del festival, pero no relacionado con los responsables del mismo), y en general toda la desinformación que rodeó y aún rodea a este vergonzoso hecho. A pesar de que puede que la organización no fuera responsable ni del hipotético dolor de espalda de Iommi ni de su también supuesta negativa a actuar (aunque el resto de grupos actuaron sin problemas a pesar de la climatología), su forma de llevar el asunto y marear la perdiz con el público me parece lamentable.
En conclusión, un buen festival, con algunos puntos que deberían mejorar. Espero que tras la escasa afluencia el primer fin de semana, los números del segundo día les cuadren más las cuentas, y se decidan a continuar con el festival en Zaragoza (esto dicho por motivos meramente egoistas), que aún tiene espacio para mejorar, sobre todo en algunos puntos de muy fácil solución. Confiamos en estar ahí dándolo todo el año que viene.