O "Dual Wield", es la denominación más habitual en películas y videojuegos para alguien que porta y utiliza dos armas a la vez, una en cada mano. Generalmente se hace con pistolas y revólveres, y a lo más alguna automática ligera (mini/micro Uzi, Ingram MAC), aunque en momentos de especial flipada el mundo del celuloide ha llegado a mostrarnos a nuestros héroes portando dos rifles de asalto o dos escopetas a la vez. Generalmente se combina con un montaje con mucha cámara lenta y mucho estilismo para obtener personajes absolutamente molones y "badass", mostrándonos como se puede disparar a blancos situados en puntos separados o como es posible concentrar más potencia de fuego sobre un único objetivo, suprimiendo su capacidad de respuesta.
Este estilo se hizo bastante popular en las cintas de acción provenientes del sudeste asiático (especialmente Hong Kong) durante la década de los ochenta, enmarcadas en dentro del género "Heroic Bloodshed"; una especie de revisión del cine tradicional de artes marciales, donde se mantienen conceptos como el honor y el deber, así como abundantes escenas dramáticas y emotivas (y a veces muy chorras), pero donde las técnicas y enfrentamientos cuerpo a cuerpo son sustituidos por disparos estilizados con abundancia de sangre y mucha camara lenta. Como máximos exponentes de este cine tenemos el binomio director/actor John Woo/Chow Yun-Fat, responsables de algunas de las peliculas clave de este estilo, así como las que se hicierón más populares en occidente (Hard Boiled, The Killer, A better Tomorrow I & II). Lo de John Woo es un caso curioso y desgraciadamente habitual: cuando estaba en Hong Kong (con cuatro duros, poquitos recursos y actores malos como el veneno) hacia peliculas cojonudas, visualmente espectaculares y con un estilo propio magnifico; pero fue pasarse a Hollywood (con muchos más recursos y más pasta) y convertirse en el perpetrador de algunas de las peores películas de acción que he visto en toda mi vida (Misión Imposible 2, Cara a Cara, Broken Arrow). Pero bueno, siempre nos quedará Hong Kong, y algunas escenas ya míticas (que os pongo a continuación) como el tiroteo en el restaurante de "A better Tomorrow" (su primer uso del estilo Akimbo), el ultraflipado comienzo de "The Killer" (y eso que no os pongo el final), o el brutal plano secuencia del asalto al hospital de "Hard Boiled" con cientos de chinos muriendo y esa escopeta que parece que dispara misiles.
Obviamente la vida_realTM tiene bastantes cosas que decir a este estilo de combate, la primera de todas que es una mierda y que cualquier persona con la mínima experiencia en manejo de armas se descojonaría del imbecil que pretenda disparar así. La única ocasión histórica real en la que queda más o menos plausible la utilización del dual wield es a finales del siglo XIX, en el oeste, considerando que los revolveres eran manuales y los tiempos de recarga lentos (y las probabilidades de que el arma se encasquillase o fallase muy altas, como bien explica Gene Hackman en "Sin Perdón"), la posibilidad de disparar un arma y amartillar la otra a la vez o (mucho más probable) vaciar el cargador de un arma (o disparar hasta que fallase) e inmediatamente después pasar el arma cargada a la mano buena y continuar disparando justificaban el hecho de llevar un arma en cada mano. Por lo demás es prácticamente imposible para un humano seguir dos blancos simultáneos y apuntar a cada uno con una mano, y en cuanto a concentración de disparos, con cualquier pistola moderna se dispara más rápido empuñando un solo arma con las dos manos que teniendo una en cada mano. Todo esto por no mencionar el circo que habría que montar en la recarga de los cacharros, o como probablemente nos disloquemos los brazos si tratamos de disparar algo de calibre medianamente grande o algo completamente automático con una sola mano (y no digamos con la mano mala).
Por lo demás, el estilo cada vez se utiliza más en el cine de acción, y aunque la mayoría de las veces es para hacer unas flipadas del averno (en medio de orgias de bullet time y camaras giratorias), no niego que puede resultar estéticamente muy acertado, y que en ocasiones es realmente bello y espectacular. Personalmente prefiero su utilización con reservas, pero el caso es que mola y queda guay en pantalla.
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