Ayer pude disfrutar (a ratos) de la pelicula "Inglorious Basterds" en los recientemente inaugurados cines situados en el centro comercial Aragonia, en Zaragoza; sirva como parte positiva para lo que voy a decir luego que se agradece que por fin alguien se decida a realizar pases en versión original de peliculas comerciales (y no solo de somniferos iranies sobre un niño y una cabra): creo que es algo reclamado por un sector del público, una forma mucho más adecuada de disfrutar de casi todas las peliculas, y, además, un sistema para evitar que el cine se llene de gañanes, ya que los que no saben leer se quedan en la puerta (con lo que se consigue evitar a un porcentaje nada desdeñable de la gentuza que acude al cine).
Pero lamentablemente, las condiciones de la proyección no fueron todo lo buenas que cabría esperar (de hecho fueron una puta mierda más grande que la catedral del pilar), para resumirlo, nada mejor que recurrir al chiste del proyeccionista, libremente adaptado por yo_mismoTM a partir del chiste del motorista (gracias Rubén):
Están en la sala de proyección de unos cines el dueño y un proyeccionista novato, el dueño le está explicando más o menos como va a el asunto al chaval:
-Bueno, tu pones los rollos y le das aquí. Si ves que la imagen se sale de cuadro, tocas estas ruletas para ajustarla; si ves que sale como desenfocada, giras esta manivela; si se engancha la pelicula tiras de esta palanca; si ves que hace muchos ruidos pulsas estos pedales; y si ves que pasa algo raro, pulsas este botón para detener la proyección. ¿Lo has entendido?
El otro pone cara un poco de circunstancias, pero como tampoco quiere quedar mal, le responde al jefe:
-Si, Ok, de acuerdo todo.
Total, que el jefe se va, está controlando más o menos las entradas, las palomitas y toda la mandanga; y cuando el otro ya lleva un rato solo vigilando la proyección, decide ir a hacerle una visita a ver que tal le va. Cuando llega a la sala de proyecciones, se encuentra al chaval desnudo, encaramado al proyector, y con la chorra metida dentro de la maquinaria. Completamente flipado le pregunta al otro:
-¿Pero qué hostias estás haciendo?
A lo que el chaval, levantando las manos y poniendo una cara de completa confusión responde:
-¡QUÉ ME HE LIADO! ¡QUÉ ME HE LIADO!
A pesar de que lo que nos paso a nosotros no guarda ninguna relación con el pobre proyeccionista (que bastante tendría con lo suyo) pero no me parece ni medio normal que se corte la proyección cinco veces durante la sesión (porque se va la luz o por lo que sea), que la mayoría de esos cortes coincidan con la escena final de los últimos diez minutos de pelicula, que a la vuelta de cada corte la pelicula continue varios segundos despues de el punto donde se ha cortado y que (como en todos los cines modernos) a la salida salgamos directamente a la calle sin posibilidad de reclamar nada en el cine (que dicho sea de paso dudo que hubiese nadie con autoridad, pero yo que sé, alguien más serio que yo que en vez de protestar en blogs protesta en la vida_realTM podría haber llenado unas hojas de reclamación).
En resumén, que a pesar de que puede que vuelva al sitio, y más si siguen ofreciendo buenas peliculas en versión original, espero que lo de ayer no se repita, sobre todo porque alguien que pretende ir tan de guay y de tan sobrado montandose un centro comercial tan pijichachi queda como el ojete cuando comente fallos tan garrafales y tercermundistas como estos. Así que señores de Aragonia (cines y centro comercial) menos chorrada de aparentar y más que funcionen las cosas ¡hostia ya!
PD: Ah, y la pelicua muy bien, no es tan buena como las anteriores de Tarantino, pero no está nada mal, y el final es cojonudo.
Pero lamentablemente, las condiciones de la proyección no fueron todo lo buenas que cabría esperar (de hecho fueron una puta mierda más grande que la catedral del pilar), para resumirlo, nada mejor que recurrir al chiste del proyeccionista, libremente adaptado por yo_mismoTM a partir del chiste del motorista (gracias Rubén):
Están en la sala de proyección de unos cines el dueño y un proyeccionista novato, el dueño le está explicando más o menos como va a el asunto al chaval:
-Bueno, tu pones los rollos y le das aquí. Si ves que la imagen se sale de cuadro, tocas estas ruletas para ajustarla; si ves que sale como desenfocada, giras esta manivela; si se engancha la pelicula tiras de esta palanca; si ves que hace muchos ruidos pulsas estos pedales; y si ves que pasa algo raro, pulsas este botón para detener la proyección. ¿Lo has entendido?
El otro pone cara un poco de circunstancias, pero como tampoco quiere quedar mal, le responde al jefe:
-Si, Ok, de acuerdo todo.
Total, que el jefe se va, está controlando más o menos las entradas, las palomitas y toda la mandanga; y cuando el otro ya lleva un rato solo vigilando la proyección, decide ir a hacerle una visita a ver que tal le va. Cuando llega a la sala de proyecciones, se encuentra al chaval desnudo, encaramado al proyector, y con la chorra metida dentro de la maquinaria. Completamente flipado le pregunta al otro:
-¿Pero qué hostias estás haciendo?
A lo que el chaval, levantando las manos y poniendo una cara de completa confusión responde:
-¡QUÉ ME HE LIADO! ¡QUÉ ME HE LIADO!
A pesar de que lo que nos paso a nosotros no guarda ninguna relación con el pobre proyeccionista (que bastante tendría con lo suyo) pero no me parece ni medio normal que se corte la proyección cinco veces durante la sesión (porque se va la luz o por lo que sea), que la mayoría de esos cortes coincidan con la escena final de los últimos diez minutos de pelicula, que a la vuelta de cada corte la pelicula continue varios segundos despues de el punto donde se ha cortado y que (como en todos los cines modernos) a la salida salgamos directamente a la calle sin posibilidad de reclamar nada en el cine (que dicho sea de paso dudo que hubiese nadie con autoridad, pero yo que sé, alguien más serio que yo que en vez de protestar en blogs protesta en la vida_realTM podría haber llenado unas hojas de reclamación).
En resumén, que a pesar de que puede que vuelva al sitio, y más si siguen ofreciendo buenas peliculas en versión original, espero que lo de ayer no se repita, sobre todo porque alguien que pretende ir tan de guay y de tan sobrado montandose un centro comercial tan pijichachi queda como el ojete cuando comente fallos tan garrafales y tercermundistas como estos. Así que señores de Aragonia (cines y centro comercial) menos chorrada de aparentar y más que funcionen las cosas ¡hostia ya!
PD: Ah, y la pelicua muy bien, no es tan buena como las anteriores de Tarantino, pero no está nada mal, y el final es cojonudo.